El apio combina muy bien con la cebolla, tanto en caldo como en ensalada, y ambos ejercen una acción alcalinizante y eliminadora de residuos del organismo.
PROPIEDADES Y BENEFICIOS
El apio contiene potasio, calcio, fósforo, magnesio y hierro. Vitaminas B1, B2, B3, C, provitamina A y otros minerales.
Por sus componentes, el apio se puede utilizar en las siguientes enfermedades:
- Si tienes el problema de retención de líquidos, cálculos renales, aumento de ácido úrico y reumatismo el apio te puede ayudar ya que tiene actividad diurética.
- Si padeces de presión alta, el apio tiene un efecto hipotensor, debido al efecto vasodilatador del aceite esencial y por su efecto diurético.
- Si tienes niveles altos de colesterol, se han hecho estudios en diversas universidades donde se ha comprobado que disminuye significativamente los niveles de colesterol.
- En caso de menopausia y osteoporosis, el apio es una buena alternativa remineralizante por su aceptable cantidad de minerales.
- Si padeces de Diabetes te conviene consumirlo ya que ayuda a disminuir los niveles de glucosa.
- Se aconseja en problemas de infecciones de vías urinarias por su efecto como antiséptico urinario.
- No se aconseja consumirlo en abundancia en mujeres embarazadas por su efecto de aumentar la contractibilidad uterina.
¿CÓMO CONSUMIR EL APIO?
Lo puedes consumir en diferentes formas:
- Crudo : en ensaladas o en Jugo fresco, combina muy bien con la zanahoria, manzana y perejil.
- Hervido: Se puede acompañar de otras verduras para preparar un caldo que es remineralizante, diurético y depurativo.
- Del apio se obtienen sales que pueden reemplazar a la sal común de la cocina y que se puede utilizar para condimentar todo tipo de platillos, se recomienda sobre todo a pacientes que sean propensos a la formación de cálculos renales, diabéticos y con obesidad.